Introducción
Opinión del Comité Científico Kinesport
Pegatina verde
Pegatina verde
Este ensayo controlado aleatorio cumple los principales criterios metodológicos para reducir el riesgo de sesgo. No obstante, algunos aspectos no están suficientemente detallados. No se describen claramente la fuente del diagnóstico ni el método de asignación aleatoria de los sujetos. Además, no se indica cómo se determinó la pierna dominante de los sujetos. No obstante, cabe señalar que la información comunicada supone un riesgo de sesgo controlado.
Por lo general, el tratamiento del PFPS incluye la educación del paciente, la biorretroalimentación electromiográfica (EMG-BF), la estimulación eléctrica neuromuscular, el ajuste de la actividad, las ortesis de rodilla y los fármacos antiinflamatorios no esteroideos. Para centrarnos en la rótula y el seguimiento de su función, planteamos la hipótesis de que el vendaje rotuliano podría generar un desplazamiento mecánico medial de la rótula y que, por tanto, aliviaría el dolor durante las actividades que generan cargas pesadas.
La mecánica de la articulación femororrotuliana también puede verse afectada por el fortalecimiento del cuádriceps, en particular del VMO, ya que es el único músculo capaz de crear un movimiento medial de la rótula, y está activo en toda la amplitud del movimiento. Según estudios anteriores, este fortalecimiento debería comenzar con una cadena cinética cerrada con una flexión de rodilla de entre 0° y 40°, ya que así se reducirían las fuerzas de reacción sobre la articulación de la rodilla. La tensión femoropatelar aumenta en los ángulos de 60° y 90° de flexión de la rodilla. En la actualidad, los resultados de los estudios que comparan los ejercicios de cadena cinética cerrada con y sin el uso de EMG-BF son contradictorios y no significativos, pero pocos estudios han analizado el impacto del fortalecimiento del cuádriceps en ángulos específicos en pacientes con PFPS.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio será comparar los efectos del vendaje rotuliano y el fortalecimiento isométrico guiado por EMG-BF del cuádriceps en diferentes ángulos de flexión de la rodilla (30, 60 o 90 grados) sobre la fuerza del cuádriceps y el rendimiento funcional en atletas varones adultos jóvenes que padecen PFPS. La hipótesis inicial era que los sujetos que entrenaban a 60° de flexión de rodilla ganarían más fuerza que los que entrenaban a 30° o 90°. La hipótesis nula era que la fuerza del cuádriceps no cambiaría en función del ángulo de flexión de la rodilla. Los resultados de este estudio podrían contribuir al desarrollo de un método eficaz para aumentar la fuerza del cuádriceps en el tratamiento del PFPS.
Método
Diseño del estudio
Para confirmar la hipótesis se diseñó un ensayo controlado aleatorizado simple ciego con un periodo de intervención de 6 semanas. Los hombres incluidos en este estudio fueron diagnosticados de PFPS por un fisioterapeuta especializado, que también tomó medidas antes y después de las pruebas. Todos los pacientes de cada grupo participaron en la sesión de pruebas. El grupo A (intervención) recibió vendaje rotuliano y fortalecimiento con EMG-BF mediante ejercicios de contracción isométrica voluntaria máxima (MVIC) a 30, 60 y 90 de flexión de la rodilla. El grupo B (control) recibió vendaje rotuliano placebo sin fortalecimiento del cuádriceps. Las medidas de resultado fueron la MVIC del cuádriceps a 30, 60 y 90° de flexión de la rodilla, la intensidad del dolor y el estado funcional.
Participantes
60 atletas varones que padecían PFPS participaron en este estudio y se dividieron en los 2 grupos. Todos tenían dolor de rodilla desde hacía más de 8 semanas, agravado por actividades como subir y bajar escaleras, ponerse en cuclillas y correr. Para ser incluidos, también debían presentar un signo J positivo (inclinación lateral de la rótula), una rodilla más sintomática que la otra en caso de afectación bilateral y signos radiográficos de desalineación rotuliana. Los criterios de exclusión fueron antecedentes de fractura de rodilla, luxación rotuliana, deformidad genu varum, lesiones ligamentosas y/o meniscales, artrosis de rodilla, antiinflamatorios no esteroideos e inyecciones articulares.
Mediciones
La fuerza muscular del cuádriceps se midió con el dinamómetro ISOMOVE en dos ocasiones, antes del tratamiento y después de la intervención de 6 semanas. Cada participante realizó tres ensayos consecutivos y la media de estos tres ensayos se utilizó para el análisis estadístico. La intensidad del dolor se registró mediante una escala analógica visual (EAV), con 0 para ausencia de dolor y 10 para dolor máximo. La función de la rodilla se evaluó mediante una versión modificada de la puntuación del dolor anterior de rodilla de Kujala (AKP), que consta de 13 preguntas relacionadas con diversos problemas asociados al AKP durante las actividades de la vida diaria. También se utilizó la prueba de triple salto con una sola pierna (SLTH; tres saltos seguidos en la misma extremidad) para evaluar el rendimiento y los progresos de los participantes. Cada participante realizó esta prueba 3 veces, y el mejor de los tres saltos (el de mayor distancia) se mantuvo como valor de referencia.
Intervención
Se utilizó EMG-BF para ayudar a los participantes a fortalecer sus cuádriceps mientras estaban en posición supina o mientras estaban en la máquina de extensión de piernas, con un golpe rotuliano. Los electrodos se colocaron como se muestra en la foto de al lado: dos en el VMO, dos en el recto femoral y un electrodo de referencia en el TTA. Cada participante recibió tres programas de ejercicios diferentes que debía realizar 5 veces por semana durante 6 semanas. Los ejercicios eran una contracción isométrica del cuádriceps mantenida durante 5 segundos (3 x 10 repeticiones), MVICs de 5 segundos a 30, 60 o 90° de flexión de rodilla (3 x 2 repeticiones) y un ejercicio isométrico de aducción de cadera con bloqueo cuadricipital (5 segundos, 3 x 10 repeticiones). Todos ellos se realizaron bajo la supervisión de un fisioterapeuta en el laboratorio.
El grupo de control realizó la misma serie de ejercicios que el grupo de intervención, pero con una derivación rotuliana y un EMG-BF placebo. Además, a diferencia del grupo de intervención, no recibieron instrucciones específicas para contraer al máximo el VMO y el recto femoral.
Resultados
Al inicio del estudio, la EVA media en el grupo de intervención era de 7,0 y de 6,8 en el grupo de control. Tras 6 semanas de estudio, era de 1,3 en el grupo de intervención y de 4,5 en el grupo de control, lo que muestra una diferencia significativa en la intensidad del dolor entre los dos grupos.
La puntuación AKP aumentó de 42,6 a 80,4 en el grupo de intervención y de 46,1 a 69,1 en el grupo de control, lo que muestra una mejora significativa en el grupo EMG-BF. Por último, en lo que respecta a las puntuaciones de SLTH, la media en el grupo de intervención aumentó de 501,3 a 540,7 y en el grupo de control de 499,9 a 509,4. Por lo tanto, la mejora en la distancia SLTH fue significativa. Por lo tanto, la mejora de la distancia SLTH fue significativamente mayor en el grupo EMG-BF.
Los resultados revelaron una diferencia significativa en la fuerza muscular del cuádriceps en aquellos que entrenaron con rodillas flexionadas a 30, 60 o 90 grados, tanto en el grupo EMG-BF como en el grupo de control. Después de 6 semanas, los participantes que se sometieron al fortalecimiento del cuádriceps con las rodillas flexionadas a 60 grados tenían cuádriceps significativamente más fuertes que los que se sometieron al entrenamiento del cuádriceps con las rodillas flexionadas a 30 o 90 grados. Por último, la mejora de la fuerza del cuádriceps fue significativamente mayor en el grupo de intervención que en el grupo de control, en todos los ángulos de flexión de la rodilla.
Debate
Los resultados de este estudio indican que las personas que padecen PFPS experimentaron una mejora del dolor y del estado funcional tras 6 semanas de ejercicios guiados por EMG-BF y vendaje rotuliano.
Tras la intervención, la fuerza del cuádriceps fue significativamente mayor en el grupo de intervención que en el grupo de control. Los sujetos que participaron en el entrenamiento a 60 grados de flexión de la rodilla mostraron la mayor mejoría en la fuerza del cuádriceps, con un tamaño del efecto dos veces mayor que los que realizaron el fortalecimiento a 60 y 90 grados. Esto demuestra la importancia clínica de fortalecer el cuádriceps a 60 grados de flexión de la rodilla en sujetos que padecen PFPS.
Se ha propuesto que la EMG-BF favorece el reclutamiento del VMO, reduciendo así el desplazamiento lateral de la rótula, lo que sería beneficioso en sujetos con PFPS. Aunque esto ha sido confirmado por varios estudios, otras investigaciones han extraído conclusiones contradictorias e indican que la EMG-BF no debería utilizarse además de los ejercicios de fortalecimiento del cuádriceps en personas con PFPS.
Con respecto al tapping rotuliano, es difícil llegar a una conclusión sobre su eficacia debido a su uso en combinación con el de EMG-BF en este estudio. Investigaciones anteriores habían concluido que el tapping rotuliano podía mejorar el dolor en sujetos con PFPS, si se utilizaba para limitar el deslizamiento lateral de la rótula, la inclinación y la rotación de la rodilla. Algunos estudios también han demostrado que el vendaje del tendón rotuliano aumenta la propiocepción al estimular los mecanorreceptores de la piel y, en consecuencia, aumentar la entrada aferente al sistema nervioso central. La Academia de Fisioterapia Ortopédica ha publicado recientemente recomendaciones sobre el uso del vendaje rotuliano en la práctica clínica. Recomiendan el vendaje rotuliano en sujetos con PFPS como parte del tratamiento activo, para el alivio inmediato del dolor y la mejora de los resultados a corto plazo, pero no recomiendan su uso para los efectos a largo plazo y la mejora de la función muscular. Deben realizarse más estudios para determinar el efecto a largo plazo del vendaje rotuliano.
El estudio actual descubrió que las personas que entrenaban el cuádriceps con un ángulo de flexión de la rodilla de 60 grados tenían una fuerza muscular del cuádriceps significativamente mayor que las que entrenaban con 30 o 90 grados de flexión de la rodilla. Esto puede explicarse por las características anatómicas del cuádriceps, ya que sus diferentes fascículos son capaces de producir un par de fuerza variable en función del ángulo de flexión de la rodilla mediante el cambio de longitud de las fibras musculares. Dado que las fibras musculares individuales y el músculo en su conjunto parecen producir mayor fuerza con una longitud moderada, la bibliografía actual apoya la teoría de que el par máximo de fuerza de extensión de la rodilla se produce a una flexión moderada de la rodilla. Algunos estudios han demostrado una mayor fuerza a 60° de flexión de rodilla, mientras que otros han encontrado la fuerza máxima a 90° de flexión de rodilla. Sin embargo, debido a las diferencias metodológicas de estos estudios, no es posible realizar una comparación directa y extraer una conclusión definitiva sobre el ángulo ideal de flexión de la rodilla.
Sin embargo, este estudio tiene una serie de limitaciones, la primera es que no se realizó un seguimiento a largo plazo de los participantes, y sería interesante ver si el uso de EMG-BF en pacientes con PFPS tiene algún efecto a largo plazo sobre la fuerza muscular. En segundo lugar, no se examinaron los efectos individuales del entrenamiento de fuerza guiado por EMG-BF ni del vendaje rotuliano a pesar de su importancia potencial. Por lo tanto, se debería estudiar a las personas con PFPS para averiguar si el vendaje rotuliano mejora los patrones de reclutamiento muscular al hacer ejercicio en diferentes ángulos de la rodilla. Por último, el estudio no evaluó la potencia muscular, lo que podría limitar la validez de los resultados actuales. Por lo tanto, se necesitan más investigaciones para comprender la asociación entre el dolor, la fuerza y la función en los pacientes con PFPS.
Conclusión
Los resultados de este estudio sugieren que tras 6 semanas de fortalecimiento del cuádriceps asistido por EMG-BF con vendaje rotuliano, los sujetos con PFPS tuvieron una reducción significativa del dolor y una mejora de la fuerza muscular y la función de la rodilla. Además, el grupo EMG-BF tuvo una fuerza muscular del cuádriceps significativamente mayor que el grupo de control, y los que entrenaron el cuádriceps con un ángulo de flexión de la rodilla de 60 grados tuvieron cuádriceps significativamente más fuertes que los que entrenaron con las rodillas flexionadas a 30 o 90 grados.
Referencia del articulo
Hasan S, Alonazi A, Anwer S, Jamal A, Parvez S, Alfaiz FAS, Li H. Efficacy of Patellar Taping and Electromyographic Biofeedback Training at Various Knee Angles on Quadriceps Strength and Functional Performance in Young Adult Male Athletes with Patellofemoral Pain Syndrome: A Randomized Controlled Trial. Pain Res Manag. 2022 Aug 1;2022:8717932. doi: 10.1155/2022/8717932. PMID: 35958675; PMCID: PMC9359859.