Rendimiento funcional del miembro superior y las lesiones más comunes relacionadas con el boxeo en boxeadores masculinos: un estudio retrospectivo, observacional y comparativo con una población no boxeadora

Kinesport
A lo largo de los años, el boxeo se ha convertido en un tema controvertido, y las investigaciones se centran cada vez más en los traumatismos craneales, sus consecuencias agudas y crónicas y las formas de reducirlos. Sin embargo, una gran proporción de las lesiones relacionadas con el boxeo son lesiones de las extremidades superiores y síndromes por sobreuso, cuya incidencia se estima entre el 25 y el 68%. Loosemore et al. exploraron de forma prospectiva las lesiones de mano y muñeca en Gran Bretaña (2005-2012) y descubrieron que la inestabilidad carpo-metacarpiana y las lesiones de nudillos de boxeador eran significativamente más comunes; además, la tasa de estas lesiones era más alta en competición que en entrenamiento y la incidencia de las lesiones del miembro superior es del 55%. Lemme et al. estudiaron la epidemiología de las lesiones de las extremidades superiores relacionadas con el boxeo en Estados Unidos (2012-2016) y encontraron una incidencia media de 673 lesiones por cada 100.000 personas-año, siendo las fracturas de mano las más comunes (132 por cada 100.000 personas-año). La mayoría de los boxeadores que sufrieron este tipo de lesiones eran hombres (84,4%) y tenían entre 20 y 39 años (59,9%), aunque se observó una reducción del 33% de las lesiones tras los cambios de reglas realizados por las organizaciones sancionadoras en 2013. El objetivo de nuestro estudio era evaluar el estado funcional, así como las lesiones más comunes de los miembros superiores en los boxeadores griegos y compararlos con los reclutas militares que representan a la población general. 
Opinión del centro científico Kinesport
Pegatina verde
Este estudio transversal es un artículo de bajo riesgo de sesgo, con todos los principales criterios metodológicos que se cumplen para limitar y controlar el sesgo en su estudio tanto como sea posible.
En cuanto al estado funcional, el objetivo era evaluar la capacidad y los niveles de dolor de los participantes para realizar las tareas cotidianas. También se recogieron los factores que predisponen a las lesiones durante el entrenamiento o la competición y se asociaron con el quick-DASH y el PRWE. Por último, investigamos si el tamaño de los guantes, la longitud de la banda, el porcentaje de ejercicios con sacos pesados y el número de combates competitivos influyen en el estado funcional de las extremidades superiores realizando análisis de dependencia entre estos factores, el quick-DASH y el PRWE.

Materiales y métodos

El estudio observacional fue realizado por la Clínica Ortopédica del Hospital Universitario de Patras tras la aprobación del comité ético del hospital. Se obtuvo el consentimiento firmado de todos los participantes. Se envió un cuestionario electrónico a todos los miembros masculinos de la Federación Helénica de Boxeo. Este equipo estaba compuesto por boxeadores aficionados, algunos de los cuales eran atletas olímpicos. La mayoría de los atletas llevaban más de 5 años entrenando (65,7%) y dedicaban más de 15 horas al mes (79,3%) a entrenar, es decir, más de tres veces por semana. Además, el 71,2% de los boxeadores había participado al menos una vez en un combate oficial de boxeo, mientras que el 7,3% de los boxeadores había participado en más de 50 combates de boxeo. El cuestionario electrónico constaba de tres secciones. En la primera sección, se recogieron datos demográficos y parámetros de entrenamiento como el porcentaje de ejercicios con saco pesado, sparring, número de combates de boxeo, años de entrenamiento, horas de entrenamiento al mes, longitud de las vendas y uso del casco. En la segunda parte del cuestionario, se preguntaba a los encuestados sobre las lesiones más comunes, como fracturas o luxaciones de hombro, codo, muñeca y dedos, golpes de muñeca, ganglios de muñeca, lesiones de pulgar, nudillos de boxeador, conmociones cerebrales, operaciones de extremidades superiores, número de visitas al médico, sesiones de fisioterapia y mayor tiempo de inactividad. Las lesiones más comunes se seleccionaron basándose en los resultados de otros estudios y en las propias estimaciones de los autores. En esta sección se han utilizado fotografías a modo de aclaración. Por último, la tercera parte incluía la puntuación quick-DASH y la escala PRWE para evaluar el estado funcional del miembro superior. La puntuación quick-DASH medía los niveles de dolor durante las actividades diarias de toda la extremidad superior (hombro, brazo, codo, antebrazo, muñeca y mano), mientras que la puntuación PRWE se centraba en la muñeca y la mano. El mismo cuestionario se envió a los reclutas militares masculinos; utilizando las Tablas de Clasificación Militar griegas (2021), los autores generaron un sistema de numeración aleatoria informatizada para extraer 200 jóvenes adultos que sirvieran de grupo de control. Grecia tiene un sistema de servicio militar obligatorio para todos los varones y el cuestionario se envió aleatoriamente a los nuevos reclutas militares, como se ha descrito anteriormente, durante su primera semana de reclutamiento y antes de que recibieran la formación militar. Por lo tanto, los autores creen que el grupo de control mencionado refleja a la población general y que los resultados pueden generalizarse. El cuestionario tenía las mismas secciones, excepto las relativas a las circunstancias de la formación. Para ambos grupos, el principal criterio de exclusión fue la edad > 35 años y, para el grupo de no boxeadores, la participación en artes marciales en cualquier momento del pasado. 

Síntesis de los resultados y discusión

Un total de 113 boxeadores y 147 no boxeadores respondieron al cuestionario. Tras cumplir los criterios de inclusión y exclusión, finalmente se compararon 62 boxeadores y 75 no boxeadores. El gran número de participantes excluidos se debió a la participación de mujeres y hombres mayores de 35 años, mientras que en el caso del grupo de no boxeadores, una participación previa en las artes marciales también condujo a la exclusión. Los autores no contaban con un número suficiente de participantes en los grupos de mayores de 35 años y de mujeres, por lo que decidieron, tras realizar un análisis de potencia, excluir estos grupos.

Quizás el hallazgo más importante de este estudio es que no hubo diferencias en la puntuación PRWE entre los boxeadores y la población general, con una puntuación DASH más baja (mejor) para el grupo de boxeadores. Esto demuestra que el boxeo no tiene consecuencias graves a largo plazo en el estado funcional de las manos y los brazos del deportista medio, al menos para los grupos de edad comparados.

Aparte de esto, no se encontraron diferencias en la prevalencia de conmociones cerebrales, fracturas de hombro, dislocaciones de hombro, lesiones del bíceps braquial, fracturas de antebrazo, fracturas de muñeca, esguinces de muñeca, fracturas metacarpianas, ganglión de muñeca, síndrome del túnel carpiano, inestabilidad de muñeca y dolor cubital de muñeca.

Sin embargo, la fisioterapia (p=0,012), las lesiones del pulgar (p < 0,001) y los nudillos de boxeador (p=0,036) se produjeron con una frecuencia significativamente mayor en los boxeadores, mientras que éstos se sometieron a menos cirugías de las extremidades superiores (p=0,005) . Estos resultados coinciden en parte con uno de los mayores estudios sobre lesiones de mano y muñeca en el boxeo, ya que Loosemore et al. encontraron en 2016 que las tres lesiones más comunes eran la inestabilidad carpometacarpiana (21,6%), los nudillos del boxeador (15,8%) y el pulgar del esquiador (14,6%). Curiosamente, el chasquido de la muñeca (posiblemente correlacionado con la inestabilidad carpometacarpiana) también se correlacionó con una mayor puntuación DASH en este estudio (p=0,015). Por otro lado, los autores encontraron una menor prevalencia de cirugía de las extremidades superiores en su estudio. Por último, la elevada incidencia de sesiones de fisioterapia sólo en los boxeadores, aquí destacada, podría ser un indicador de que las lesiones no se notifican en esta población.

Los nudillos del boxeador son más comunes en los boxeadores según este y muchos otros estudios. La gravedad de la lesión puede variar desde una lesión leve de la cápsula hasta una dislocación franca del tendón extensor. El diagnóstico suele ser clínico, pero las imágenes dinámicas son de gran valor, como la ecografía. Los tratamientos conservadores, como las férulas de extensión, el reposo y la medicación, pueden aplicarse con éxito en las lesiones leves, pero el tratamiento quirúrgico, con excelentes tasas de retorno al juego, debe preferirse cuando hay una luxación tendinosa, ya que ésta no responde bien al tratamiento conservador.
El presente estudio encontró una fuerte asociación entre el tamaño del guante y las fracturas de dedos (p=0,005) o el dolor cubital de muñeca (p=0,041), ya que cuanto mayor es el tamaño del guante, mayor es la incidencia de estas lesiones. 

 Otras lesiones comunes

Otra lesión bien documentada, la fractura del boxeador, es una fractura del 4º o 5º metacarpiano. Sin embargo, la bibliografía sugiere que esta lesión no se produce durante el boxeo, sino más bien durante la lucha cuerpo a cuerpo, una conclusión confirmada por este estudio, ya que no registramos una incidencia mayor y estadísticamente significativa de esta lesión en los boxeadores. Por último, la joroba carpometacarpiana (CMC) es otra lesión común entre los boxeadores. Está bien documentado que el grado de movimiento de los carpometacarpianos 2º y 3º es bajo (1º y 3º respectivamente) y mayor para los carpometacarpianos 4º y 5º (8º-15º y 15º-40º respectivamente). Esta es una de las razones por las que los boxeadores golpean el saco con los dedos índice y corazón cuando practican una técnica de golpeo correcta. A pesar del bajo grado de movilidad de los carpometacarpianos 2º y 3º, el impacto repetitivo puede causar una fuerza de flexión hacia abajo con flexión dorsal secundaria en la articulación carpometacarpiana.

La primera opción de tratamiento incluye el tratamiento conservador con inmovilización, pero las lesiones recurrentes pueden provocar hipertrofia ósea, cambios degenerativos y subluxación articular, lo que requiere una artrodesis de la CMC. Otras lesiones de boxeo en las extremidades superiores que aparecen en la literatura son la fractura por avulsión de la inserción del extensor radial del carpo corto, las fracturas de la escápula, el pinzamiento medial de las apófisis coronoides y del olécranon, los desgarros del tendón dorsal mayor y la avulsión del flexor radial del carpo.

Límites

Por desgracia, este estudio tiene múltiples limitaciones. En primer lugar, se trata de un estudio retrospectivo y los datos recogidos fueron autoinformados. No se realizó ningún diagnóstico médico para las condiciones estudiadas. Los grupos sólo se ayudaron de fotos y descripciones. Además, no se pudieron estudiar las diferencias entre las lesiones sufridas durante la competición o el entrenamiento. Por último, el tamaño de la muestra no fue suficiente para estudiar el estado funcional de los boxeadores veteranos (>35 años) o de las mujeres boxeadoras, lo que sería de gran interés.

Conclusiones

En general, muchos estudios coinciden en que las lesiones de las extremidades superiores son una parte importante de las lesiones en el boxeo, siendo el peligro mucho mayor durante la competición, pero sin consecuencias graves a largo plazo para los boxeadores aficionados, como han señalado los autores aquí. En este estudio, las fracturas de dedos y los chasquidos de muñeca, que podrían indicar inestabilidad carpometacarpiana, se asociaron con un peor estado funcional. Por lo tanto, es necesario seguir investigando para identificar los factores de prevención de lesiones como la inestabilidad carpometacarpiana, los nudillos de boxeador, las fracturas de dedos y el pulgar de esquiador, ya que tienen una alta incidencia o un mal pronóstico. Por el momento, se deben utilizar los métodos de protección tradicionales descritos por los entrenadores, como los vendajes largos, incluso unidos a la espuma, el vendaje alrededor de la muñeca, la ausencia de al menos dos semanas tras un esguince de muñeca grave y una técnica de golpeo óptima. También debe investigarse el efecto del entrenamiento de fuerza y acondicionamiento en la prevención de las lesiones de muñeca, ya que se han observado beneficios en la reducción de las lesiones en varios deportes y su aplicación en las poblaciones de boxeo es escasa, especialmente en los boxeadores senior. Deberían realizarse más estudios sobre el estado funcional de los boxeadores veteranos, las boxeadoras y la asociación entre el tamaño de los guantes y las lesiones. Por último, el uso del dinamómetro de mano ha demostrado ser fiable y válido para las lesiones de la mano en los boxeadores y puede ayudar a orientar las lesiones infradeclaradas en esta población.

Artículo de referencia

Giannatos V, Panagopoulos A, Antzoulas P, I Giakoumakis S, Lakoumentas J, KouzelisA. Functional performance of the upper limb and the most common boxing-related injuriesin maleboxers: a retrospective, observational, comparative study with non-boxing population. BMC Sports SciMed Rehabil. 2022 Sep 1;14(1):162. doi: 10.1186/s13102-022-00558-3. PMID: 36050792; PMCID:PMC9434859