Una revisión sistemática de las lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera

Kinesport
El running es una de las actividades deportivas más populares y accesibles del mundo, y su popularidad no ha dejado de crecer en los últimos 50 años. El número de corredores y de pruebas de running ha aumentado de forma espectacular en las últimas décadas porque no es caro y puede ser realizado fácilmente por muchas personas con un equipo mínimo.

A pesar de sus beneficios para la salud (aumento de la esperanza de vida y reducción de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares), las lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera son frecuentes entre los corredores. Varios estudios han examinado la proporción de lesiones en los corredores, con tasas de incidencia que van del 3,2% al 84,9%. Esta amplia variación puede explicarse por las diferencias en el diseño de los estudios, la definición de las lesiones, las características de los sujetos y los periodos de seguimiento, todo lo cual puede diferir de un estudio a otro. 
Opinión del centro científico Kinesport
Pegatina verde
Esta revisión sistemática y crítica de la literatura es un artículo de bajo riesgo de sesgo, se respetan todos los criterios metodológicos principales que permiten limitar y controlar al máximo el sesgo en su estudio. Los resultados de la incidencia y la prevalencia se refieren únicamente a los corredores de maratón.
La incidencia y la prevalencia son fundamentalmente diferentes, pero ambas son importantes en los estudios epidemiológicos:

  • La incidencia es una indicación del número de ocurrencias de nuevas lesiones deportivas: proporciona información sobre el riesgo de lesión y normalmente sólo está disponible en estudios prospectivos
  • La prevalencia indica lo extendida que está la lesión en una muestra de población y se suele comunicar en estudios retrospectivos

En general, el 50% de los corredores sufren una lesión cada año que les impide correr durante algún tiempo, y el 25% de los corredores se lesionan en algún momento. Aproximadamente el 70-80% de los trastornos de la carrera se deben a lesiones por sobrecarga, que afectan principalmente a las zonas anatómicas de la rodilla, el tobillo/pie y la pierna. Francis et al. informaron de que el síndrome patelofemoral era la lesión por uso excesivo más común, mientras que Lopes et al. afirmaron que el síndrome de estrés de la tibia medial ("periostitis") era la RRMI más común. Estas dos revisiones sistemáticas utilizaron enfoques metodológicos diferentes, lo que puede ser una de las razones por las que no llegaron a la misma conclusión.

Algunos estudios han informado de que las lesiones agudas son poco frecuentes durante la carrera, mientras que otros estudios han informado de que son muy comunes y consisten principalmente en esguinces de tobillo y lesiones musculares. Francis et al. descubrieron que los esguinces de tobillo no se encontraban entre los 10 RRMIs más comunes; sin embargo, Lopes et al. informaron de que los esguinces de tobillo se encontraban entre los 5 RRMIs más comunes. Esto podría deberse al hecho de que Lopes et al. se centraron en estudios prospectivos (incidencia), mientras que Francis et al. combinaron el número de lesiones en todos los diseños de estudio (prevalencia) para identificar los RRMIs más comunes. Esto vuelve a poner de manifiesto la importancia de diferenciar entre incidencia (estudios prospectivos) y prevalencia (estudios retrospectivos).

Se realizaron revisiones sistemáticas para identificar los RRMIs más comunes en los corredores; sin embargo, los autores de estas revisiones utilizaron estrictos criterios de inclusión y exclusión para minimizar la alta heterogeneidad de los estudios revisados. En consecuencia, se incluyó un número mínimo de estudios en el análisis. Una reciente revisión sistemática realizada por Francis et al. utilizó criterios de inclusión más amplios que permitieron la inclusión de poblaciones más grandes (por ejemplo, corredores de trail y de fondo) y una clasificación más amplia de las lesiones. Sin embargo, Francis et al. informaron de la prevalencia combinando el número de lesiones por región anatómica o patología específica para todos los diseños de estudio. Lopes et al. utilizaron un enfoque diferente en el que la incidencia se midió extrayendo datos de incidencia de lesiones de estudios prospectivos, análisis de nuevas lesiones y datos de prevalencia de estudios retrospectivos y transversales en los que los corredores informaron de su historial de lesiones.

Por lo tanto, este estudio utilizó el mismo enfoque que Lopes et al. pero con criterios de inclusión más amplios. Este enfoque permitió la inclusión de poblaciones más grandes y puede proporcionar una comprensión más completa de las estimaciones de incidencia y prevalencia para cada RRMI.

Por lo tanto, el objetivo principal de esta revisión fue examinar sistemáticamente la literatura sobre la incidencia y la prevalencia de las IMR por localización anatómica y, si es posible, por patología específica. Un objetivo secundario era comparar las proporciones de incidencia de lesiones por localización anatómica entre los ultramaratonianos y los no ultramaratonianos.

Métodos

 Estrategia de investigación

El objetivo de la estrategia de búsqueda fue identificar estudios que informaran con precisión la proporción (incidencia o prevalencia) de las lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera (LMR) por localización anatómica (por ejemplo, pie, tobillo, pierna) y/o por patología específica (por ejemplo, síndrome patelofemoral). Se realizó una revisión sistemática de la literatura en las bases de datos PubMed, SPORTDiscus y MEDLINE sin restricción de fecha de publicación o idioma. 

 Criterios de inclusión y exclusión 

 Criterios de inclusión 
  1. Ensayos controlados aleatorios (ECA) y estudios de cohortes prospectivos para las estimaciones de incidencia, estudios transversales y retrospectivos para las estimaciones de prevalencia
  2. Los estudios en los que los grupos de no intervención y de intervención incluían sólo corredores, no cambiaron el volumen de carrera y no informaron de una diferencia significativa en la RRMI entre los 2 grupos.
  3. Estudios en los que los sujetos (independientemente de la edad) eran corredores de trail o campo a través, corredores de media o larga distancia o corredores de medias maratones, maratones y ultramaratones.
  4. Estudios en los que los sujetos tenían niveles de habilidad para correr que iban desde el principiante hasta el nivel alto.
  5. Los estudios que comunicaron datos cuantitativos de los que fue posible extraer la proporción de cada RRMI.
  6. Los estudios que han informado de la localización anatómica de las RRMIs
  7. Los estudios que separaron las RRMI de las lesiones similares que se produjeron debido a la participación en deportes distintos de la carrera
  8. Los estudios que examinaron las RRMI en pies descalzos y calzados, pero informaron de estas lesiones por separado
 Criterios de exclusión 
  1. Estudios en los que la carrera a pie no era el deporte principal o estudios de deportes en los que también se requerían actividades distintas de la carrera a pie (por ejemplo, biatlón, triatlón).
  2. Estudios que incluyen al personal de servicio (por ejemplo, reclutas militares, policías, bomberos).
  3. Estudios en los que los sujetos eran orientadores, vallistas o velocistas
  4. Estudios que combinan las localizaciones anatómicas de las IMR de las extremidades inferiores (por ejemplo, pie/tobillo).
  5. Estudios que sólo describen el tipo de lesión (por ejemplo, esguince) sin indicar claramente la patología de la lesión (por ejemplo, esguince de tobillo).
  6. Estudios que reclutan participantes con una patología específica (por ejemplo, tendinopatía de Aquiles).
  7. Múltiples publicaciones de estudios sobre la misma cohorte.

 Evaluación de la calidad 

Las revisiones sistemáticas recientes que han evaluado la incidencia y la prevalencia de las lesiones relacionadas con la carrera han utilizado diferentes herramientas para evaluar el riesgo de sesgo (ROB). En esta revisión, los autores utilizaron el mismo método que Lopes et al. con 10 criterios (sí/no) en los que se calcula la puntuación total del ROB para cada estudio
Los criterios de evaluación del ROB son los siguientes:

  1. Definición de RRMI (sí/no)
  2. Estudios prospectivos con datos de incidencia, o estudios retrospectivos y transversales con datos de prevalencia (sí/no)
  3. Descripción de la población o tipo de jinetes (sí/no)
  4. Se utilizó un muestreo aleatorio (sí/no),
  5. Análisis de datos realizado en al menos el 80% de la población (sí/no)
  6. Lesiones autodeclaradas por el piloto o el profesional de la salud (sí/no)
  7. Mismo método de recogida de datos (sí/no)
  8. Diagnóstico de un médico (sí/no)
  9. Periodo de seguimiento para los estudios prospectivos de al menos 6 meses o hasta 12 meses para el periodo de recuerdo de los estudios retrospectivos (sí/no)
  10. Tasas de incidencia y prevalencia de cada IMR expresadas por número de lesiones y por exposición a la carrera (sí/no)

Una puntuación ≥5 se consideró un ROB bajo
.

 Extracción y análisis de datos 

Se extrajo la siguiente información de cada estudio:

  1. Autor(es) y año de publicación
  2. Diseño del estudio
  3. Descripción de la población de jinetes y del tamaño de la muestra utilizada
  4. Periodo de tiempo
  5. Definición de RMI
  6. Localización anatómica de la lesión (sí/no)
  7. Tipo específico de lesión (sí/no)
  8. Número de ciclistas heridos
  9. Número de lesiones totales
  10. Incidencia por localización anatómica y, si es posible, lesión específica
  11. Prevalencia por localización anatómica y, si es posible, lesión específica

Las regiones anatómicas utilizadas para clasificar las lesiones fueron: "cadera" (articulación de la cadera/cadera/pelvis), "lumbar", "muslo", "rodilla", "pierna" (espinilla/ternera), "tobillo", "pie y dedos de los pies" y "otros" (localización/diagnóstico poco claro, miembro superior, espalda superior).
Los ultramaratonianos se analizaron por separado de los demás corredores porque todos los estudios sobre ultramaratonianos se realizaron durante carreras que duraban entre 5,0 y 8,5 días, y Lopes et al. demostraron que tenían características de lesión diferentes a las de otros corredores.

Resultados

 Características de los estudios 

Se identificaron 2256 artículos en las 3 bases de datos. Al final, 42 estudios (con datos sobre lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera (RRMIs) cumplieron los criterios de inclusión.
Diseños de estudios : 
  • 24 estudios de cohortes prospectivos 
  • 15 estudios retrospectivos 
  • 3 estudios transversales 
Tipos de corredores: 
  • 5 estudios sobre corredores de fondo 
  • 1 estudio sobre corredores 
  • 4 estudios sobre ultramaratonianos
  • 5 estudios sobre corredores de maratón 
  • 3 estudios sobre corredores de media maratón 
La mayoría de los estudios se realizaron en corredores de larga distancia (distancias largas), mientras que los corredores de media distancia (distancias medias) fueron estudiados en 10 estudios.
Nivel del corredor: 
  • 5 estudios sobre los principiantes 
  • 16 estudios sobre corredores ocasionales/recreativos 
  • 5 estudios sobre corredores aficionados 
  • 15 estudios sobre corredores de competición 
  • 7 estudios sobre los mejores corredores 
Incidencia y prevalencia global:
  • La incidencia global de las lesiones fue del 40,2% ± 18,8% (n = 18 estudios, 10.941 participantes, de los cuales 3.222 sufrieron RRMI).
  • La prevalencia global de las lesiones fue del 44,6% ± 18,4% (n = 31 estudios, 22.823 participantes, de los cuales 7.671 tenían RRMI).

 Proporción de lesiones por localización anatómica 

 Los no ultramaratonianos 
Prevalencia:
  • Las proporciones de prevalencia de las lesiones se calcularon a partir de 12.563 lesiones notificadas en 9864 corredores (n = 20 estudios) 
  • La rodilla y la pierna representaron más de la mitad de las lesiones notificadas (6443)
  • El pie/dedo del pie y el tobillo representaron la 3ª y 4ª mayor proporción de lesiones.
  • El número total de lesiones que se produjeron en la rodilla o por debajo de ella fue de 9922 (79%)
  • Las lesiones clasificadas como "otras" (localización incierta o parte superior del cuerpo) representaron el 3,7% de las lesiones
Impacto:
  • Las proporciones de incidencia de las lesiones se calcularon a partir de 3955 lesiones notificadas en 3286 corredores (n = 19 estudios)
  • Las zonas más lesionadas fueron la rodilla, seguida del tobillo, la pierna y el pie/dedo del pie: estas zonas representaron el 75,3% de todas las lesiones, lo que indica que la mayoría de las lesiones se produjeron en la rodilla o por debajo de ella 
  • Las lesiones clasificadas como "otras" representaron el 2,7% de todas las lesiones
 Ultramaratonianos
Impacto:
  • Las proporciones de incidencia de las lesiones se calcularon a partir de 139 lesiones notificadas en 67 corredores (n = 4 estudios)
  • Las zonas más lesionadas fueron el tobillo, la rodilla y la pierna, seguidas del muslo, la cadera/eje, el pie/dedo del pie y la zona lumbar
  • Las lesiones clasificadas como "otras" representaron el 1,4% de todas las lesiones
Las proporciones de incidencia de lesiones por localización anatómica entre los ultramaratonianos y los no ultramaratonianos no fueron significativamente diferentes (p = 0,798).

 Proporción de lesiones por condiciones específicas

Prevalencia (no ultramaratonianos): 
  • Los datos de prevalencia de afecciones específicas se calcularon a partir de 10.640 lesiones notificadas en 9.251 corredores (n = 10 estudios) 
  • El síndrome patelofemoral (16,7%) tuvo la mayor prevalencia de RRMI, mientras que el síndrome de estrés tibial medial/periostitis (35,0%) tuvo la mayor tasa de prevalencia reportada en estos estudios
  • Las RRMIs más frecuentes fueron el síndrome de dolor patelofemoral y las fracturas por estrés
Incidencia:
  • Las tasas de incidencia de afecciones específicas se calcularon a partir de 554 lesiones notificadas en 475 corredores (n = 5 estudios) 
  • Los RRMI más frecuentes fueron diferentes entre los ultramaratonianos y los no ultramaratonianos 
  •       La afección con mayor proporción de lesiones fue la tendinopatía del tendón de Aquiles (10,3% con una incidencia que osciló entre el 7,1% y el 15%) en los no ultramaratonianos, mientras que la tendinopatía del compartimento anterior del tobillo (19,4% con una incidencia que osciló entre el 13,9% y el 29,6%) representó la mayor proporción de lesiones en los ultramaratonianos
  • La tasa más alta de IMRR notificada en los estudios se encontró para la tendinopatía rotuliana (22,7%) en los no ultramaratonianos, mientras que se encontró para el síndrome patelofemoral (41,7%) en los ultramaratonianos 
  • Las IMR más frecuentes fueron la tendinopatía del tendón de Aquiles y la fascitis plantar en los no ultramaratonianos, mientras que la tendinopatía del compartimento anterior del tobillo, el síndrome patelofemoral y la tendinopatía del tendón de Aquiles se registraron en los ultramaratonianos

 Riesgo de sesgo (ROB)

El ROB global de los 42 estudios incluidos fue del 58,6% con un rango de 3 a 8 sobre 10. Un total de 7 artículos recibieron una puntuación de ROB inferior a 5 y fueron clasificados como de ROB alto.
Los dos criterios que con más frecuencia no se presentaron en los estudios fueron: 
  • RRMIs reportados por un ratio que expresa el número de lesiones y la exposición a la carrera 
  • El hecho de que el examen haya sido realizado por un médico 

Discusión

La literatura científica disponible fue suficiente para cumplir los objetivos de esta revisión sistemática. De acuerdo con revisiones sistemáticas anteriores, más del 70% de todas las lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera (RRMI) fueron lesiones por sobreuso.

La principal diferencia observada en este estudio entre los datos de incidencia y prevalencia de cada IMR fue que los esguinces de tobillo estaban entre las 5 lesiones más frecuentes en los datos de incidencia, pero no en los de prevalencia. Kluitenberg et al. afirmaron que los estudios prospectivos con períodos de seguimiento tienen más probabilidades de tener un mayor número de lesiones que los estudios retrospectivos con períodos de seguimiento similares. Por lo tanto, una razón plausible por la que los esguinces de tobillo no estaban en el top 5 de los datos de prevalencia es que, en la mayoría de los casos, los esguinces de tobillo no se consideran lo suficientemente graves o severos y pueden ser pasados por alto por los corredores en los estudios retrospectivos en los que tienen que informar de su historial de lesiones.

La evaluación de la calidad de los artículos mostró un riesgo de sesgo (ROB) moderado en general, donde 7 de los 42 artículos se clasificaron con un ROB alto. Aunque la mayoría de los estudios definieron el término "lesión", la definición varió considerablemente entre ellos, y todavía no hay acuerdo sobre la definición más adecuada para una RMI. El impacto de la definición de lesión en la incidencia o prevalencia de las lesiones relacionadas con la carrera a pie ha sido bien establecido por Kluitenberg et al. quienes informaron de incidencias que van del 7,5% al 58,0%, dependiendo de la definición de lesión. Esta repercusión pone de manifiesto la necesidad de contar con métodos normalizados de registro de las lesiones.

Las revisiones sistemáticas publicadas han analizado las diferencias en las lesiones relacionadas con la carrera según los distintos niveles de corredores; sin embargo, las definiciones dadas para describir el nivel de un corredor (por ejemplo, principiante, recreativo, competitivo) carecen de datos objetivos que respalden su validez. Una descripción más precisa del nivel del corredor informaría del volumen, la frecuencia y la intensidad de la carrera para poder realizar un análisis comparativo más significativo de las tasas de incidencia y prevalencia entre los diferentes tipos de corredores.

De los estudios incluidos en esta revisión, 6 estudios prospectivos tenían períodos de seguimiento ≤3 meses. Muchas de las lesiones que se producen al correr están causadas por esfuerzos repetitivos durante un largo periodo de tiempo, lo que provoca una sobrecarga en las estructuras musculoesqueléticas. Por lo tanto, se necesitan estudios prospectivos con períodos de seguimiento más largos para examinar todas las posibles RRMI, ya que los estudios con períodos de seguimiento más cortos pueden haber subestimado el número de lesiones por sobreuso. Además, varios estudios incluidos en esta revisión no informaron del número total de corredores lesionados ni del número total de lesiones. Por tanto, esta falta de claridad y coherencia entre los estudios dificulta la obtención de estimaciones precisas de las proporciones de incidencia y prevalencia de las lesiones.
Limitaciones del estudio: 
  • La búsqueda sistemática sólo se realizó en las 3 bases de datos mencionadas y podrían haberse encontrado otros estudios elegibles en otras bases de datos.
  • Dado que la cantidad de exposición a la carrera puede influir en el desarrollo de las RRMI, la forma más adecuada de informar sobre la incidencia de las lesiones es expresar el número total de lesiones por cada 1000h de exposición. Sin embargo, esto no fue posible, ya que sólo un número limitado de los estudios incluidos informó de la incidencia o la tasa de prevalencia para cada condición específica. 

Conclusión

  • Se utilizaron amplios criterios de inclusión para estimar la incidencia y la prevalencia de las lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera por localización anatómica y patología específica. Esta es la primera revisión sistemática que utiliza este enfoque
  • En los no ultramaratonianos, la mayor proporción de lesiones, tanto por prevalencia como por incidencia, se encontró en la rodilla; mientras que en los ultramaratonianos, la región más frecuentemente lesionada fue el tobillo. Las proporciones de la incidencia de las lesiones por región anatómica no fueron significativamente diferentes entre los no ultramaratonianos y los maratonianos
  • En los estudios prospectivos, las 5 afecciones con mayor proporción de incidencia en los no ultramaratonianos fueron la tendinopatía de Aquiles, el síndrome de estrés de la tibia medial (periostitis), el síndrome patelofemoral, la fascitis plantar y el esguince de tobillo. En los estudios retrospectivos/transversales, las 5 principales afecciones (proporciones de prevalencia) fueron las mismas, con la excepción del esguince de tobillo, que fue sustituido por el síndrome de la banda iliotibial
  • En el caso de los ultramaratonianos, la tendinopatía del compartimento anterior del tobillo, el síndrome patelofemoral y la tendinopatía del tendón de Aquiles fueron las 3 lesiones más comunes
  • Esta revisión sistemática proporciona información valiosa para que los especialistas en medicina deportiva apliquen las medidas preventivas más adecuadas para reducir la alta incidencia de lesiones en las poblaciones que corren

Artículo de referencia

Kakouris N, Yener N, Fong DTP. Una revisión sistemática de las lesiones musculoesqueléticas relacionadas con la carrera en corredores. J Sport Health Sci. 2021 Sep;10(5):513-522.