Rehabilitación tras el tratamiento quirúrgico de la rotura aguda del tendón de Aquiles: revisión sistemática y metaanálisis

Kinesport
Las roturas del tendón de Aquiles son lesiones comunes y se producen con mayor frecuencia en hombres jóvenes y activos en torno a los 40 años. En las últimas décadas, los conceptos de tratamiento (no quirúrgico/quirúrgico y de rehabilitación) han evolucionado considerablemente, desde el tratamiento no quirúrgico hasta la reconstrucción abierta y las técnicas mínimamente invasivas. La transición al tratamiento quirúrgico se ha visto impulsada principalmente por las menores tasas de rECRída y los mejores resultados funcionales, pero a costa de mayores tasas de problemas en las heridas e infecciones del sitio quirúrgico. La implantación de técnicas mínimamente invasivas ha permitido a los cirujanos reducir significativamente el riesgo de infecciones del lecho quirúrgico, conservando al mismo tiempo las numerosas ventajas de la cirugía. Sin embargo, incluso los pacientes tratados quirúrgicamente se enfrentan a una recuperación prolongada y con demasiada frecuencia no consiguen alcanzar los niveles de funcionalidad previos a la lesión, incluso si no sufren una rECRída o una complicación previa.
Opinión del centro científico Kinesport
Pegatina naranja
Esta revisión sistemática y metaanálisis es un artículo con un riesgo moderado de sesgo. Los criterios metodológicos se cumplen en su mayoría; sin embargo, los artículos de revisión evaluados como de alto riesgo de sesgo se incluyen en el metanálisis, lo que dificulta su interpretación. Por lo tanto, los resultados del metaanálisis pueden estar sobrevalorados o infravalorados y no reflejar la realidad.
Los protocolos de rehabilitación postoperatoria han evolucionado considerablemente, de restrictivos a más progresivos. Los protocolos de rehabilitación postoperatoria suelen constar de dos componentes principales que existen en un eje binomial: sin carga de peso (NWB)/con carga de peso (WB) e inmovilización (IM)/inmovilización (M). Tradicionalmente, se aconsejaba a los pacientes que mantuvieran una postura sin peso (NWB) durante 6-8 semanas y MI en equino. Sin embargo, se ha demostrado que estos protocolos de rehabilitación restrictivos provocan la atrofia de los músculos de la pantorrilla y la rigidez de la articulación del tobillo. Por ello, se desarrollaron protocolos de rehabilitación postoperatoria más progresivos. Se ha demostrado que los protocolos progresivos tienen una influencia pronunciada en los resultados funcionales, incluida una reincorporación más rápida al trabajo (RTW) y al deporte (RTS). A pesar de la considerable cantidad de literatura sobre este tema, la mayoría de los médicos siguen facilitando protocolos de rehabilitación postoperatoria restrictivos. En 2014, nuestro grupo de estudio realizó una revisión sistemática sobre protocolos de rehabilitación funcional. Basándose en 12 ensayos controlados aleatorizados (ECR) en los que sólo se utilizaron procedimientos quirúrgicos abiertos, parecía recomendarse el soporte inmediato de peso completo y el control del tobillo a partir de las tres semanas. Sin embargo, debido al creciente cuerpo de pruebas sobre el tema y a la continua reticencia a aplicar protocolos de rehabilitación más progresivos, realizamos otra revisión sistemática, pero esta vez junto con un metaanálisis. El objetivo era comparar las tasas de rECRída, las tasas de complicaciones, los resultados funcionales y el RTW/RTS entre diferentes protocolos de rehabilitación tras el tratamiento quirúrgico de las roturas agudas del tendón de Aquiles.

Materiales y métodos

 Estrategia de investigación

Como motores de búsqueda se utilizaron MEDLINE (PubMed), CINAHL, Scopus, Central y EMBASE. La estrategia de búsqueda consistió en tres conceptos principales: tendón de Aquiles, rotura y tratamiento quirúrgico. Se realizó una búsqueda de literatura gris en las actas de congresos en Scopus y EMBASE, y se revisaron manualmente todas las referencias de los estudios incluidos para identificar estudios que pudieran haberse pasado por alto en la búsqueda sistemática. 

 Criterios de inclusión y exclusión

Los criterios de inclusión/exclusión se diseñaron de acuerdo con los criterios PICOS. Los estudios elegibles fueron ensayos controlados aleatorios que compararon al menos dos protocolos diferentes de rehabilitación postoperatoria en roturas agudas aisladas del tendón de Aquiles tratadas quirúrgicamente que informaron resultados objetivos. Una rotura aguda se definió como una intervención quirúrgica en los 14 días siguientes a la lesión. El tipo de tratamiento quirúrgico (abierto, mínimamente invasivo o percutáneo) no fue importante. Los estudios debían publicarse en alemán o inglés. Se excluyeron los estudios que incluían pacientes con roturas tratadas más de 2 semanas después de la lesión, rECRídas o con una población mixta.

 Selección de estudios y extracción de datos

La extracción de datos para cada estudio se realizó en hojas de extracción de datos predefinidas que incluían los siguientes datos: diseño del estudio, tamaño de la muestra, técnica quirúrgica para la reparación del tendón, descripción del protocolo de rehabilitación, duración del seguimiento, satisfacción del paciente, medidas de resultado calificadas por el paciente (PROMS), evaluación funcional, tiempo hasta la RTW y RTS, alargamiento del tendón, nueva rotura y complicaciones. 

 Evaluación de la calidad

La evaluación de la calidad fue realizada de forma independiente por dos revisores y los desacuerdos se resolvieron mediante discusión con un tercer revisor. La evaluación se realizó utilizando una versión modificada de la puntuación original de Coleman y, para el riesgo de sesgo, la herramienta Cochrane para ensayos aleatorios.

 Resultados primarios y secundarios

La tasa de reruptura se definió como el criterio de valoración principal. Los criterios de valoración secundarios incluían las complicaciones mayores y menores, el tiempo de reincorporación al trabajo, el tiempo de reincorporación al deporte y cualquier medida de resultado funcional o PROMS. Las complicaciones menores incluyeron infecciones superficiales de la herida, retraso en la cicatrización, rigidez muscular e irritación mecánica debida a la cicatrización o de otro tipo. Entre las principales complicaciones se incluyeron trombosis venosa profunda, infecciones profundas de la herida, pérdida del tendón de Aquiles, cobertura secundaria del colgajo debido a complicaciones de la herida o déficit sensorial/daño nervioso persistente.

 Categorización de los distintos protocolos de rehabilitación

Los protocolos de rehabilitación se agruparon según la movilización del tobillo y la carga de peso permitida tras el tratamiento quirúrgico. El "soporte de peso" se definió como el soporte de peso en la pierna operada en las primeras 4 semanas tras la cirugía. La ausencia de carga se definió como la ausencia de carga en las primeras 4 semanas. La "movilización" se definió como cualquier movimiento activo o pasivo del tobillo durante las primeras 4 semanas tras el tratamiento quirúrgico. La inmovilización se definió como la fijación rígida del tobillo (posición equinoccial o neutra). 

Resultados 

 Selección de estudios y resumen

De los 2760 estudios seleccionados, 20 fueron elegibles según los criterios de inclusión y exclusión.

14 estudios incluyeron un grupo 1 (WB+M), 11 estudios un grupo 2 (WB+IM), 3 estudios un grupo 3 (NWB+M) y 13 estudios compararon un protocolo de rehabilitación del grupo 4 (NWB+IM). En estos 20 ECR, se incluyó a un total de 1007 pacientes con una edad media de 39 años, el 85% eran varones y en el 44% la rotura se produjo en la pierna derecha. El periodo medio de seguimiento fue de 23,5 meses.

La reconstrucción abierta del tendón de Aquiles se realizó en 16 estudios, y una técnica percutánea o mínimamente invasiva en los 4 estudios restantes. La mayoría de los estudios (50%) utilizaron suturas de Kessler o suturas de Kessler modificadas. En los estudios restantes, se utilizaron o no se mencionaron otras técnicas de sutura, como Bunell (10%) o Krackow (5%) (35%).

 Calidad del estudio

16 estudios se clasificaron en general como de "cierto riesgo" y 4 como de "alto riesgo" de sesgo, todos debido a secuencias de asignación poco claras al aleatorizar a los pacientes. 

 Principales complicaciones

17 estudios (85%) notificaron un total de 2,6% de complicaciones graves; el grupo 1 tuvo la prevalencia más baja de una complicación grave.

Además, se realizó un metanálisis sobre las complicaciones mayores en los estudios que comparaban directamente grupos de rehabilitación similares. 4 estudios compararon el grupo 1 (WB+M) con el grupo 2 (WB+IM) con un OR de 0,97 basado en tres estudios que informaron eventos. 6 estudios compararon el grupo 1 (WB+M) con el grupo 4 (NWB+IM), 2 estudios no informaron de ningún evento, con un OR no significativo de 0,82 a favor del grupo 1. Ambas comparaciones mostraron un bajo nivel de heterogeneidad. Para los demás grupos, no se pudo realizar ningún análisis acumulativo. No fue posible realizar un análisis específico de la técnica quirúrgica abierta o mínimamente invasiva.

 Complicaciones menores

17 estudios informaron de complicaciones menores en el 11,8% de los pacientes. El grupo 1 mostró la menor prevalencia de una complicación menor con un nivel moderado de heterogeneidad.

Sólo se pudo realizar un metanálisis comparativo de grupos para el grupo 2 frente al grupo 4, que no informó de diferencias relevantes entre los 4 estudios incluidos con heterogeneidad cero.

 Vuelta al trabajo y al deporte

7 y 6 estudios informaron del tiempo de reincorporación al trabajo y al deporte. Debido a la presentación variable de los valores de los datos en los distintos manuscritos, no se pudo realizar un análisis estadístico conjunto. En general, el Grupo 4 mostró los peores resultados en RTW y RTS.

 Puntuación de rotura del tendón de Aquiles

La ATRS evaluada a los 12 meses de seguimiento se notificó en tres estudios. Ningún estudio informó de diferencias significativas entre los grupos de tratamiento. Debido al número limitado de estudios en cada grupo, no se pudo realizar un análisis acumulativo.

Debate

Esta revisión sistemática y metanálisis se basó en 20 ECR, todos elegibles, agrupados según sus protocolos de rehabilitación postoperatoria (WB/NWB y M/ MI). Lamentablemente, se observó una heterogeneidad considerable entre los estudios con respecto a la evaluación de los parámetros objetivos de los resultados funcionales. Aunque se evaluaron puntuaciones comparables, el momento y/o los medios de evaluación diferían considerablemente. Por lo tanto, un análisis cuantitativo no parecía apropiado para los parámetros de resultados funcionales, aunque sí era posible para las complicaciones. Las odds ratio para la tasa de reruptura y las complicaciones mayores y menores no difirieron significativamente entre los distintos grupos de rehabilitación. Sin embargo, los grupos de WB y M tempranos (grupo 1) tuvieron la prevalencia más baja y los resultados más favorables en cuanto a tasas de reruptura, complicaciones mayores y complicaciones menores.

Un primer metaanálisis sobre este tema realizado por Suchak et al. en 2006 demostró que los protocolos de rehabilitación funcional temprana mejoraban la satisfacción del paciente sin aumentar la tasa de reruptura. Sin embargo, el análisis se limitó a seis ECR con un total de 315 pacientes. En 2015, McCormack y Bovard publicaron un metaanálisis basado en 10 ECR que incluían a 570 pacientes y comparaban la ortesis con la escayola. No se observaron diferencias significativas en las complicaciones graves. Otros parámetros de resultado evaluados, todos a favor del grupo de férulas, fueron la RTW, la RTS, la satisfacción del paciente y el resultado funcional. Sin embargo, los autores no hallaron diferencias para el BM autorizado y notificaron un alto nivel de heterogeneidad. En 2014, nuestro grupo de estudio publicó una revisión sistemática de la literatura para proponer un protocolo de rehabilitación basado en la evidencia para las roturas del tendón de Aquiles tratadas quirúrgicamente. Sobre la base de 12 ECR, se encontró una mayor satisfacción, un retorno más rápido a las actividades previas a la lesión y resultados funcionales superiores para la BM completa y la M temprana del tobillo.

La revisión sistemática actual, cinco años después, identificó 20 ECR elegibles con un total de 1007 pacientes. Según el conocimiento de los autores, la presente revisión sistemática incluye el mayor número de ECR y pacientes que investigan específicamente el efecto del régimen de rehabilitación en las roturas agudas del tendón de Aquiles tratadas quirúrgicamente. Sin embargo, los protocolos de rehabilitación aplicados varían considerablemente, y van desde la NWB y la IM durante un periodo de más de 6 semanas hasta la WB inmediata y la IM precoz del tobillo. Para permitir una comparación principal, los diferentes protocolos de rehabilitación se agruparon en cuatro protocolos básicos de rehabilitación. A pesar del considerable número de ECR incluidos y de la amplia categorización, no se pudo realizar ningún otro análisis estadístico acumulativo para los parámetros de satisfacción del paciente, resultados valorados por el paciente o resultados funcionales debido a la considerable variación en cómo y cuándo se evaluaron estos parámetros en los ECR individuales.

Nuestro metaanálisis no reveló diferencias significativas en las tasas de nueva rotura, complicación mayor o complicación menor entre los cuatro grupos diferentes de protocolos de rehabilitación. El protocolo de rehabilitación más progresivo (grupo 1) pareció ligeramente superior a los demás protocolos en cuanto al riesgo de complicaciones y de nueva rotura. Incluso se han aplicado protocolos de rehabilitación acelerada para el tratamiento no quirúrgico de las roturas agudas del tendón de Aquiles. Varios metaanálisis recientes han comparado la rehabilitación acelerada con protocolos de rehabilitación diferida. Al igual que en nuestro estudio, no encontraron diferencias entre los distintos regímenes de rehabilitación en cuanto a la tasa de reruptura o las complicaciones. Por lo tanto, los protocolos de rehabilitación funcional acelerada tras el tratamiento quirúrgico de las roturas del tendón de Aquiles pueden considerarse seguros.

Sigue siendo objeto de debate si los protocolos de rehabilitación funcional acelerada también aportan un beneficio funcional. Según el metaanálisis de McCormack y Bovard, una rehabilitación más acelerada parece tener un efecto beneficioso sobre la recuperación y la capacidad de respuesta. La única puntuación de resultados comunicada por el paciente que permitió un análisis limitado fue la puntuación de rotura del tendón de Aquiles a 1 año de seguimiento, que fue evaluada por tres estudios. No se encontraron diferencias significativas entre los distintos protocolos de rehabilitación.

Hay que tener en cuenta varias limitaciones. En primer lugar, es posible que nuestra estrategia de búsqueda, por muy exhaustiva que haya sido, haya pasado por alto artículos pertinentes. Para reducir este sesgo de selección, se aplicó una estrategia de búsqueda claramente definida en cinco bases de datos, se incluyó una búsqueda de literatura gris y la selección de resúmenes y artículos fue realizada por dos revisores independientes. En segundo lugar, las conclusiones de esta revisión sistemática están algo limitadas por la calidad heterogénea de los estudios incluidos. El CMS modificado osciló entre 48 y 87 puntos (media 72,9 ± 12,8 puntos) y la herramienta Cochrane reveló "dudas" en 16 estudios y un "alto riesgo" de sesgo en otros 4. Pero esto se debió principalmente a un proceso de aleatorización poco claro, que también podría ser un fallo en la composición de los artículos. Además, la mayoría de los metanálisis realizados mostraron un bajo nivel de heterogeneidad, en contraste con los dos metanálisis anteriores. Esta escasa heterogeneidad refleja uno de los principales puntos fuertes de este artículo. Debido al gran número de ECR identificados, la categorización de los protocolos de rehabilitación y la rigurosa metodología del metaanálisis realizado, pudimos generar grupos homogéneos que podían analizarse en su conjunto. El inconveniente de esta metodología estricta es que sólo se han podido analizar unos pocos parámetros. La falta de estandarización de los protocolos de estudio es una desafortunada limitación de la investigación ortopédica. Sería ventajoso que los ECR estuvieran sujetos a directrices claras en cuanto a los parámetros de los resultados, el análisis y la presentación de los datos, y que fueran coherentes en cuanto al momento de la evaluación postoperatoria. Esta normalización aumentaría significativamente la capacidad de realizar análisis acumulativos y su utilidad relativa, con el objetivo último de aumentar el nivel de evidencia en ortopedia.

Conclusión

Esta revisión sistemática y metanálisis demostró la seguridad de los protocolos de rehabilitación funcional temprana con movilización temprana del tobillo y carga de peso después de la reparación quirúrgica de las roturas agudas del tendón de Aquiles. Parece que estos protocolos pueden permitir una reincorporación más rápida al trabajo y al deporte. Sigue siendo objeto de debate si también dan lugar a resultados funcionales superiores. Por lo tanto, el protocolo de rehabilitación más probado para las roturas del tendón de Aquiles tratadas quirúrgicamente sigue siendo el estándar en nuestra clínica.

Referencia del artículo

Massen FK, Shoap S, Vosseller JT, Fan W, Usseglio J, Boecker W, Baumbach SF, Polzer H. Rehabilitation following operative treatment of acute Achilles tendon ruptures: a systematic review and meta-analysis. EFORT Open Rev. 2022 Oct 26;7(10):680-691. doi: 10.1530/EOR-22-0072. PMID: 36287109; PMCID: PMC9619394.