Opinión del equipo científico Kinesport
Pegatina verde
Pegatina verde
Esta revisión sistemática y crítica de la literatura es un artículo con bajo riesgo de sesgo; todos los criterios metodológicos principales se cumplen, lo que permite limitar y controlar de la mejor manera los sesgos.
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La ratio convencional se calcula a partir de los valores de torque del mismo tipo de contracción para ambos grupos musculares antagonistas, por ejemplo: H concéntrico: Q concéntrico (QCON), o H excéntrico: Q excéntrico (HECC). Cuando se calcula a velocidades angulares lentas (12°/s) a intermedias (180°/s), oscila entre 0,52 y 0,67 pero aumenta aún más cuando las velocidades angulares son más altas.
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La ratio funcional se ha establecido como la relación del torque excéntrico de los isquiosurales sobre el torque concéntrico du cuádriceps (HECC/QCON). Los valores normativos de esta relación también varían según la velocidad angular de la prueba, situándose alrededor de 0,79 à 60°/s y superando 1 a velocidades angulares mayores de 240°/s.
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La ratio mixta se calcula dividiendo el torque HECC a una velocidad angular de 30°/s por el torque QCON a 240°/s. Así, la relación H:Q resultante para la población deportiva estaría centrada alrededor de un valor de 1.
Una aplicación importante de la relación H:Q ha sido monitorear los desequilibrios de fuerza en personas con una deficiencia del ligamento cruzado anterior (LCA) o una reconstrucción. Esto se basa en la observación de que los isquiotibiales se contraen conjuntamente cerca de la extensión completa y generan una fuerza opuesta a la componente anterior de la fuerza del cuádriceps. Esto permite mantener la estabilidad de la articulación y reducir la carga en el LCA. Por lo tanto, se ha propuesto que una capacidad baja de los isquiotibiales para generar fuerza en comparación con el cuádriceps podría estar relacionada con las lesiones y recaídas del LCA, especialmente en atletas femeninas.
Aunque algunos estudios han recomendado el uso de un tipo de relación sobre otro para diferentes aplicaciones, todavía existe cierta confusión sobre cuál relación H:Q es la más adecuada para predecir o prevenir lesiones.
Del mismo modo, una alteración en la relación H:Q también se considera a menudo como un factor de riesgo para lesiones de los isquiotibiales. Esto se atribuye con frecuencia a una capacidad relativa reducida de los isquiotibiales para controlar la flexión combinada de la cadera y la extensión de la rodilla durante movimientos dinámicos como el sprint.
Aunque algunos estudios han recomendado el uso de un tipo de relación sobre otro para diferentes aplicaciones, todavía existe cierta confusión sobre cuál relación H:Q es la más adecuada para predecir o prevenir lesiones.
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¿Es la relación H:Q un factor de riesgo significativo pra las lesiones del LCA y de los isquiotibiales y, en caso afirmativo, qué tipo de relación H:Q muestra una asociación más fuerte con las lesiones?
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¿Los problemas y las limitaciones metodológicas influyen en la asociación entre la relación H:Q y las lesiones del LCA o de los isquiotibiales?
Métodos
Estrategia de búsqueda y selección de los estudios
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Población: atletas deportivos
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Problema: lesión de los isquiotibiales o del LCA
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Factor pronóstico: relaciones de fuerza ipsilaterales
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Comparación: comparación prospectiva de grupos lesionados y no lesionaos
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Resultado: lesión de los isquiotibiales o del LCA y estimaciones de riesgos asociados
Criterios de elegibilidad
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Publicaciones en revistas internacionales angloparlantes revisadas por pares
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Estudios sobre individuos sanos de cualquier edad y nivel de juego (ex atletas o poblaciones atléticas) que hayan sufrido una lesión en los músculos isquiotibiales o en el LCA durante una actividad deportiva de competición o un período de entrenamiento.
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Estudios que utilicen cualquier tipo de relación de fuerza H:Q (convencional, funcional y mixta) como medida de resultado para estudiar el riesgo de lesión.
Se excluyeron revisiones, informes de casos y notas cortas, cartas a los editores, tesis y resúmenes de conferencias.
Resultados
Resultados de la búsqueda
La búsqueda electrónica identifico un total de 10 154 estudios publicados. De estos, y tras el proceso de selección de estudios, solo 23 fueron incluidos en este estudio (Figura 1).
De los 23 estudios incluidos, 18 investigaron las lesiones de los isquiotibiales y 5 estudiaron las lesiones del LCA. En total, se documentaron 585 lesiones de los isquiotibiales en 2945 participantes, mientras que solo 12 lesiones del LCA en 2772 participantes fueron registradas en los 5 estudios incluidos.
Conclusión
De las 18 investigaciones, 14 estudios sobre lesiones de los isquiotibiales no encontraron diferencias significativas entre grupos o entre piernas lesionadas y no lesionadas. Por otro lado, ninguna de las cinco investigaciones incluidas informó diferencias entre los atletas lesionados en el LCA y los demás.
Síntesis de los mejores resultados
La síntesis de las mejores evidencias indica claramente que ninguna relación de fuerza está asociada con el riesgo de lesión de los isquiotibiales.
En cuanto a las lesiones del LCA, hay evidencias sólidas (ratio convencional) o limitadas (ratio convencional a 300°/s y ratio funcional) de que la relación H:Q no está asociada con las lesiones.
Discusión
Asociación entre la ratio H:Q y las lesiones
Las evidencias actuales indican que la ratio funcional no ofrece una mayor capacidad predictiva de lesiones que la ratio convencional, mientras que los datos sobre la ratio mixta son contradictorios. Sin embargo, es importante mencionar que, de los 15 estudios con bajo riesgo de sesgo, solo 5 examinaron la ratio funcional y 2 la ratio mixta. Esto indica que hay muchas más evidencias disponibles para la ratio convencional que para los otros tipos de ratios. Además, ningún estudio examinó la relación entre la ratio mixta y las lesiones del LCA. Estos resultados indican que las limitaciones del ratio convencional como herramienta de deteción de lesiones no se superan si se sigue un enfoque más “funcional” en el cálculo del ratio H:Q.
Varios factores pueden haber influido en estos resultados. En particular, los estudios utilizaron diferentes valores umbral H:Q para discriminar la muestra. Los valores límite varían desde 0,47 hasta 0,66 para la ratio convencional a 60 ̊/s, de 0,78 a 1,05 para la ratio H:Q funcional (todas las velocidades combinadas), y de 0,80 a 1 para la ratio H:Q mixta. Esto podría atribuirse principalmente a las diferencias en el método utilizado para determinar estos valores límite, así como al tamaño de la muestra examinada en cada estudio.
El estudio más influyente podría ser el de Croisier et al (2008). Basándose en sus resultados, pudieron demostrar que los futbolistas tenían 4,66 veces más riesgo de lesionarse los isquiotibiales si presentaban 2 de los siguientes criterios: una ratio convencional inferior a 0,55, una ratio mixta superior a 0,98 y/o diferencias bilaterales de fuerza del 15% en comparación con los jugadores que no mostraban desequilibrio en la pretemporada. Por lo tanto, la ratio H:Q debería combinarse con diferencias bilaterales de fuerza para detectar a los jugadores con un mayor riesgo de lesión.
Otro factor que contribuyó a estos resultados es que las condiciones bajo las cuales se mide la ratio H:Q tienen una asociación limitada con la función muscular en el momento de la lesión. En la misma línea, se puede criticar que la posición y la velocidad de las pruebas no reflejan las condiciones reales, como el sprint o el cambio de dirección.
Finalmente, la baja capacidad predictiva de la ratio H:Q se explica en gran parte por el origen multifactorial de las lesiones de los isquiotibiales y del ACL. Aunque varios factores a menudo se consideran como aumentadores del riesgo de sufrir una lesión, muy pocos de ellos han sido identificados como factores de riesgo independientes para estas lesiones.
Otra observación es que todos los estudios incluidos calcularon la ratio H:Q utilizando el par máximo durante la prueba. La ratio H:Q cambia a lo largo del rango de movimiento debido a las diferencias de fuerzas musculares según la posición angular de la articulación. El par de los isquiotibiales es generalmente más importante cerca de la extensión completa, alcanzando valores máximos a 40° de flexión de la rodilla. Por otro lado, el par máximo del cuádriceps es más débil cerca de la extensión completa, alcanzando su máximo a 60° de flexión de la rodilla. Tomar en cuenta el par máximo proporciona un índice de la capacidad máxima de generación de fuerza de cada músculo, pero puede no reflejar la relación instantánea entre el par de los isquiotibiales y el del cuádriceps que ocurre en una posición específica de la articulación. En teoría, el uso del par H:Q específico al ángulo es ecológicamente más válido ya que está más cerca del mecanismo de lesión del ACL y de los músculos isquiotibiales.
Implicaciones
En primer lugar, debido a la poca asociación que existe entre la ratio H:Q y las lesiones, se puede sugerir que la evaluación de desequilibrio de la fuerza muscular antes de la temporada no es útil para identificar a los jugadores con un potencial riesgo más elevado. Esto no significa que no se deba realizar una evaluación de la fuerza antes de comenzar la temporada.
Se ha sugerido que otras pruebas como los Nordics, las evaluaciones con dinamómetros manuales o en plataformas de fuerza, pueden reemplazar o complementar las pruebas isocinéticas para obtener mejores resultados en la predicción de lesiones.
Conclusión
La evaluación de la ratio H:Q antes de la temporada tiene un valor limitado para predecir las lesiones de los isquiotibiales y del ligamento cruzado anterior. El tipo de ratio H:Q no influye en la asociación con las lesiones. El seguimiento de los desequilibrios de fuerza, así como de otros factores modificables, puede ayudar a comprender mejor la asociación entre la relación H:Q y las lesiones.
Referencia del artículo
Kellis E, Sahinis C, Baltzopoulos V. Is hamstrings-to-quadriceps torque ratio useful for predicting anterior cruciate ligament and hamstring injuries? A systematic and critical review. J Sport Health Sci. 2023 May;12(3):343-358. doi: 10.1016/j.jshs.2022.01.002. Epub 2022 Jan 19. PMID: 35065297; PMCID: PMC10199143.